jueves, octubre 8

ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO


Tú Señor como cada día tocas en mi puerta con energía, sabes que estoy ahí, me siente y me ves, pero no siempre las puertas que tenemos soN las adecuadas y te vamos dejando fuera.
Hay puertas con candandos, cuyas llaves no sabes nunca el porqué, PERO terminan por perderse y ya comienzaN las dificultades cuando quieres intentar abrirlas.
Hay puertas tenebrosas, como la de las películas de miedo a las cuales no te gusta acercarte y además son las que llenan de telerañas.
Pero, también encontramos puertas discretas, de las que no llaman para nada la atención, las vemos a simple vista, pero están ahí.
Nuestros corazones podrían llegar a tener alguna similitud con algunas de estas puertas.
Corazones cerrados con candados que no dan ninguna posibilidad para entrar, corazones tenebrosos, llenos de las telarañas que nos oscurecen y que no nos dejan ser como Tú esperas de cada uno de nosotros, que afean nuestra vida, y finalmente podemos encontrar esas puertas discretas, llenas de una luz especial, de esa luz que confía plenamente en Ti, que espera pacientemente y sin desesperarse ante las dificultades y que sabe que sólo a tu lado todo sale.
Cada uno de nosotros tienen en su corazón la posibilidad de abrir las puertas de nuestra vida, abrirlas al que cada día llama insistentemente y que no le importa esperar, porque Tú tienes la llave que abra todas la cerraduras y sabes que tarde o temprano se abrirán de par en par para acogerte.
¿Y TÚ, QUE TIPO DE PUERTAS TIENES EN TU INTERIOR?

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