sábado, marzo 19

Este sábado, comedor social...

Hoy sábado 19 hemos vivido nuestra primera experiencia de servicio, colaborando con el comedor social La Milagrosa en Santa Cruz, dirigido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. Los nervios y la oración estuvieron presentes durante la mayoría del trayecto, pues nos enfrentabámos a un reto que nos acercaba al más necesitado, haciéndonos crecer como personas en la fe.
Nuestros nervios desaparecieron cuando el comedor se llenó de gente y observamos la necesidad en sus miradas, de inmediato supimos que nos encontrábamos en el lugar idóneo. Quizás nunca hubiéramos imaginado que servir a los demás fuera una acción tan gratificante. En el comedor se escuchaba un gran bullicio, conversaciones entre ellos, charlas, sin embargo la palabra GRACIAS no faltaba en ningún momento, tras servir un plato, llevar un poco de agua o a la hora de despedirse.
Sin duda, nuestra recompensa ha sido la satisfacción de llevar a cabo una pequeña obra de caridad premiada con amor. No sabemos lo afortunados que somos hasta que experiencias como la de hoy nos hacen darnos cuenta que la vida va mucho más allá de nuestros insignificantes problemas, lo tenemos todo y aún así no estamos conformes.
Es cuestión de "ponerse en los zapatos" de aquellos que más nos necesitan para ver nuestra realidad y descubrir la constante presencia de Dios en ella.
Gracias por la oportunidad de vivirlo, por todos aquellos que nos han acompañado y, sobre todo, a todas las miradas agradecidas que hoy recibimos. ¡Regalos del Cielo!
Carmen y Eliana (GUFS Residencia Nazaret)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos opinan que una persona trabajando para mejorar algo realiza un esfuerzo inútil, porque se encuentra ella sola ante tal dificultad; pero muchas personas trabajando individual o colectivamente hacia un mismo sentido podrán cambiar el mundo. =)

Leticia dijo...

Juntos, quizás "contra marea" podemos lograr grandes cosas!Si nosotros, que lo "vemos" no hacemos nada ¿quién lo hará?
La mayor recompensa de esta experiencia, como decís, el entero agradecimiento por casi nada!
Es Evangelio: "Lo que hacéis a uno de estos más pequeños, a Mí me lo hacéis"!

Sara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sara dijo...

Yo no fui esta vez al comedor pero creo que la experiencia que yo tuve el año pasado fue igual de buena que la que han tenido ustedes. Una mañana de dar y recibir, aunque creo y espero que estén de acuerdo conmigo que es más de dar, una experiencia de encuentro con nosotras mismas, con nuestras capacidades, de esfuerzo...
Como dice, supongo que Alexandra (el anónimo de arriba), juntas podemos cambiar el mundo, pues...¡ADELANTE! ...haciéndonos notar creo que podremos llegar lejos.
Espero que estas experiencias de voluntariado nos ayuden a crecer no solo por lo que cada una individualmente haga sino por lo que podamos hacer en grupo y con y para los demás.

Anónimo dijo...

Que "envidia", me alegro que estén caminando hacia el voluntariado y entender que cuando das tu tiempo lo que recibes es infinitamente mayor... Me viene a la cabeza una frase que no pasó desapercibida cuando la oí "conocer la realidad nos hace responsables de ella", ahora que ya conocen una parte de la realidad porque la han palpado que conlleve un cambio, en lo que consumimos, en como consumimos, en como invertimos el tiempo, etc...
Felicidades chicas!
Y que nos reconozcan por el AMOR en lo que hacemos.

Elena González.